domingo, 3 de julio de 2011

En el momento menos preciso sentis como tu corta e intensa vida se reduce a un sin fin de por que.
Por qué tuve miedo a decir que si, por qué tenés miedo a decirte que si?. Por qué tengo que esperar tanto, por qué te obligas a aguardar?. Por qué me obligo a seguir, por qué te obligas a aceptar?. Por qué me niego a olvidar, por qué te negas a asumir?. Por qué me doy manija con temas pasados, por qué seguis pensando que soy sólo un simple recuerdo?. Por qué no puedo odiarte, por qué intentas borrarme?. Por qué sos el recuerdo más puro, por qué nunca me catalogaste como tal?. 
  A medida que uno va creciendo se va dando cuenta de los errores del pasado, que en el momento en el que uno los está transcurriendo se dice a si mismo que todo va a estar bien, que es cosa del momento, aunque lo menos esperado en ese momento sea que a lo largo del tiempo la conciencia te juegue en contra y te arrepientas de ese error que cometiste en un segundo, por mucho tiempo.
   Uno se dice a si mismo para tratar de estar bien con su persona que no tenía opcion, pido, siempre tenemos opciones; o capaz actuamos por impulso, por eso no actuo más antes de procesar lo que voy a hacer 1500 veces; o lo peor de todo, por pensar que estas haciendo bien las cosas y al fin de cuentas enterarte de que te salió el tiro por la culata y terminaste empantanada hasta el cuello, tristemente y sólo por querer hacer las cosas bien.
  Un problema mal solucionado o con intento de escapatoria rápido deriva a 500 nuevos problemas,  si lo sabré yo. Y lo peor de todo es que una vez que ya estas metido en el problema y asumiste fiel a tu cobardia que hiciste mal las cosas, dejes pasar el tiempo, tiempo fatal, el causante de tus mal estares, de tus cargos de conciencia, pensar que hubiese pasado si.., el propósito de tu falta de interés ajeno, el motivo por el cual hoy estas acá escribiendo.
  Si de los errores se aprende, yo con vos aprendí y con el tiempo sigo aprendiendo; no catalogandote como error a vos, si no al maldito error mio que persiste en deborarme la cabeza . 
  El tiempo me jugó y me sigue jugando en contra. Por qué persiste el miedo a que me olvides?, ¿Por qué ya me olvidaste?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario