Esas ganas de desacostumbrarse a la rutina llegaron para quedarse, en tanto el golpe de cambio no sea brusco. Ayer revisando cosas no mías, como siempre encontré algo que estaba fuera de mi memoria, y la contestación de Dani fue: me dijiste que te lo dé cuando se arreglen, Hola? Ya pasaron dos años, WUAU!, sé que no me voy a arreglar y cargo este anillo conmigo como señal de que todo cambia, de que no me tengo que acostumbrar a mi presente si se quiere decir casi defectuosamente perfecto, estoy bien, estoy feliz, tengo lo que quiero tener, tengo los amigos que quiero tener, y hoy por hoy siento que no me falta nada; bueno, poniendo muy aparte el tema corazón, claro. No me detengo más a pensar en idioteces y a maquinarme la cabeza con ilusiones falsas, estoy haciendo mi tabla de salvación, y mi renuncia voluntaria a las trampas del corazón, no voy a volver a entregar el corazón el 100% para no pasar por lo que pasé, aunque claramente aprendí bastante. Hoy soy esto y mañana quien sabe que puede llegar a pasar. Voy a consultar con una bruja respecto al tema, y si no voy a terminar diciéndole que me tire las cartas (mentira me da miedo). Todo esto se reduce a un, Ailén está feliz!.
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